Cuento» ¡QUE PASE EL QUE SIGUE! Carola era la cocinera del castillo. Todas las noches, después de la cena, la reina le decía qué tenía que cocinar para el día siguiente.
Esa noche, le había encargado sopa de cebollas para sus tías.
En la cocina, no había libros ni recetas pegadas en la heladera. Era un misterio cómo hacía Carola para cocinar tan rico.
Carola tenía un secreto. Ella se escapaba por la ventana de la cocina, bajaba por el tronco de un árbol y corría hasta la orilla de un lago. Cruzando el lago, había una cueva. Ahí, adentro de esa cueva, un sabio eco la esperaba…
–Hola, amigo eco, ¡soy Carola! –saludó la cocinera.
–Oolaa, oolaa…
–Hola, hola, ¿cómo le va? Antes que nada, mi sabio eco, le agradezco por su consejo sobre cómo cocinar la polenta…
–Leentaa, leentaa…
–Sí, sí, me acuerdo, a la polenta siempre hay que mezclarla en forma muy, muy lenta. Hoy vengo a pedirle consejos para cocinar sopa de cebollas. Vienen las tías de la reina a comer. ¿Usted qué usaría para cocinar las cebollas?
–Oollas, oollas…
–Sí, sí, ya sé que hay que poner todo en ollas. Yo me refería a qué condimento usar. ¿Qué me recomienda: ají o pimiento?
–Mieento, mieento…
–¿Dice que usted miente…? Eso no es posible. A ver, dígame, ¿cómo deben quedar las verduras?
–Duuras, duuras…
–¿Cómo que las verduras deben quedar duras? ¿Quiere que a las tías de la reina se les rompan los dientes? ¡Y a mí me van a echar del castillo! Otra pregunta: ¿qué elemento me conviene usar para cortar chiquititas las remolachas?
–Aachas, aachas…
–Con todo respeto, mi sabio eco, si me ven con un hacha en la cocina, me van a mandar a podar los árboles del jardín. Yo quisiera cortar las verduras muy chiquitas para que la sopa quede cremosa, pero no sé a quién le presté la licuadora…
–Doora, doora…
–¡Claro, señor eco! ¡Se la presté a Dora, la cocinera del castillo de acá al lado! La voy a ir a buscar. Pero antes una última preguntita, ¿con qué conviene acompañar la sopa: con pan o con tostadas?
–Aadas, aadas…
–¿Con hadas? Está un poco raro hoy, señor eco. Además, las hadas madrinas del palacio nunca quieren servir la mesa, mejor me voy a ver si dicen una receta de sopa en alguna de las radios.
–Aadios, aadios…
A pesar de los consejos del eco, a Carola la sopa le salió riquísima.
FIN
Visto y leído en:
Me asomo a la lectura - Mi Mochila Digital – Grupo Ediba
Primer Ciclo – Serie Mi Lugar – Prácticas del Lenguaje - Cap. 5 - Seguir a un autor: Florencia Esses
http://www.mimochiladigital.com.ar/mi-lugar/contenido.php?ix_t=1&ix_a=0
http://www.mimochiladigital.com.ar/mi-lugar/pdf/2-Lenguaje/Cap5.pdf
Florencia Esses
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Mariano Martín/Ilustración
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