Cuento» ¡QUE PASE EL QUE SIGUE!
Cuento» ¡QUE PASE EL QUE SIGUE!
—¡QUE PASE LA ARAÑA! —LLAMÓ EL DOCTOR.
LA ARAÑA CAMINABA DESPACITO PARA EL CONSULTORIO, CUANDO UNA BOA LA PASÓ, ARRASTRÁNDOSE A TODA VELOCIDAD.
—SEÑORITA BOA, USTED TIENE EL SEGUNDO TURNO. ENRÓSQUESE Y ESPERE AFUERA.
MIENTRAS TANTO, UN CANGURO REBOTABA, COMO UNA PELOTA.
—ESTO ES EL COLMO —DIJO EL DOCTOR—. ¡UN CANGURO CON RESORTES EN LAS PATAS! SÁQUESELOS, ANTES DE QUE ROMPA ALGO.
Y CUANDO LE PARECIÓ VER A UN DINOSAURIO SENTADO EN UNA SILLA, PENSÓ: “DEBO ESTAR MUY CANSADO. ¡SOLO QUEDAN DINOSAURIOS EN LOS LIBROS!”.
DE REPENTE, TODOS LOS PACIENTES QUEDARON APLASTADOS CONTRA LAS PAREDES: HABÍA ENTRADO UN ELEFANTE.
—ANIMALES ENORMES, SOLO LOS JUEVES. ¡QUE PASE LA FOCA! —LLAMÓ EL DOCTOR. PERO NADIE APARECIÓ.
EN ESO, SE ESCUCHÓ: “SPLASH, SPLASH” DESDE EL BAÑO. ERA LA FOCA QUE CHAPOTEABA EN LA BAÑERA.
EL DOCTOR LE PIDIÓ QUE VOLVIERA EL MARTES, QUE ERA EL DÍA EN QUE RECIBÍA A LOS ANIMALES ACUÁTICOS. DESPUÉS, LLAMÓ:
—¡GATO!
EN SU LUGAR APARECIÓ UN HIPOPÓTAMO.
—SEÑOR HIPO, USTED VIENE DESPUÉS DEL GATO.
—ES QUE “HIP-HIP”, NO PUEDO ESPERAR.
EL DOCTOR LE DIO UN VASO DE AGUA.
—TOME UN TRAGO CADA DIEZ SEGUNDOS. NO FALLA PARA EL HIPO.
ENTONCES SÍ PASÓ EL GATO. SU COLA DIBUJABA UN CORAZÓN.
—CONQUE PROBLEMAS DE AMOR…
—MIAUUUU, MIAUUU… —SUSPIRÓ EL GATITO.
—YO NO LO PUEDO CURAR. QUIZÁ SI LE PREGUNTA A LA LUNA… ¡AHORA, QUE PASE LA IGUANA!
SILENCIO EN EL CONSULTORIO.
—¡IGUANA! —VOLVIÓ A LLAMAR EL DOCTOR.
—YA SE FUE —DIJO LA JIRAFA—. QUERÍA TENER LA PIEL MÁS SUAVE, LE PRESTÉ MI CREMA SUAVIZANTE Y LISTO.
—BUENO, ES SU TURNO. CUÉNTEME.
LA JIRAFA HABLABA Y HABLABA, PERO EL DOCTOR NO LA ESCUCHABA.
—¿PODRÍA AGACHARSE, QUE NO LA ESCUCHO?
ELLA DOBLÓ SU CUELLO HACIA ABAJO Y LE EXPLICÓ:
—ESE ES MI PROBLEMA: SOY TAN ALTA QUE NADIE ME ESCUCHA.
—AQUÍ TIENE LA SOLUCIÓN —DIJO EL DOCTOR Y LE DIO UN MICRÓFONO.
LA JIRAFA CANTABA DE CONTENTA. LOS PACIENTES APLAUDÍAN.
PERO UN GRITO INTERRUMPIÓ EL RECITAL.
—¡ES MI TURNO! —CHILLABA UN KOALA—. MI PROBLEMA ES GRAVÍSIMO: ¡LOS CHICOS PIENSAN QUE SOY UN PELUCHE! ME PEINAN, ME PERFUMAN…
—MUY SIMPLE, LA CIUDAD NO LE CONVIENE. ¡VÁYASE A LA SELVA!
UN LOBO SE ACERCÓ, SOSTENIÉNDOSE LA PANZA.
—USTED SE COMIÓ A UNA NENA VESTIDA DE ROJO Y, ADEMÁS, A SU ABUELA. ¿CÓMO NO VA A TENER DOLOR DE BARRIGA? —LO REPRENDIÓ EL DOCTOR Y SIGUIÓ LLAMANDO A SUS PACIENTES—: ¡MURCIÉLAGO!
UN MURCIÉLAGO Y UNA SEÑORA SE LEVANTARON DE SUS SILLAS.
—A MI MASCOTA LE DUELEN LAS CUERDAS VOCALES —EXPLICÓ LA SEÑORA.
—AJÁ. REPITA VARIAS VECES A-E-I-O-U Y SE VA A CURAR. ¡QUE PASE EL QUE SIGUE!
—¡ME TOCA A MI! —DIJO LA NUTRIA—. LE CUENTO RAPIDITO: YO QUISIERA CONOCER EL DESIERTO, PERO AHÍ NO HAY AGUA.
EL DOCTOR PENSÓ, HASTA QUE SE LE OCURRIÓ UNA SOLUCIÓN.
—¿Qué LE PARECE SI MEJOR MIRA UNA PELÍCULA SOBRE EL DESIERTO?
A LA NUTRIA NO LE GUSTÓ LA SOLUCIÓN Y DECIDIÓ BUSCAR OTRO DOCTOR.
EL PRÓXIMO PACIENTE ERA ESPANTOSO.
—¡UN OGRO! —SE ASUSTÓ EL DOCTOR—. USTED SE EQUIVOCÓ: LA CASA DEL ESCRITOR DE CUENTOS ES AL LADO.
SIN ESPERAR A SER LLAMADO, UN PULPO LO ABRAZÓ Y LE DIJO:
—¡VENGO A AGRADECERLE QUE ME HAYA DESENREDADO LOS TENTÁCULOS!
EL QUIRQUINCHO, ÚNICO ANIMAL CON Q, YA HABÍA ESTADO HACÍA UNOS DÍAS, ASÍ QUE LLAMÓ AL SIGUIENTE.
UNA RANA Y UN SAPO LE DIERON UNA TARJETA.
—¡NOS CASAMOS! —CROARON A DÚO.
—¿YA LLEGÓ EL TUCÁN? —PREGUNTÓ EL DOCTOR.
—¡ACÁ ESTOY! —DIJO ENSEGUIDA EL AVE—. NO ENCUENTRO UN CEPILLO DE DIENTES DEL TAMAÑO DE MI PICO —EXPLICÓ.
—¡SI LOS TUCANES NO TIENEN DIENTES! —SE RIO EL DOCTOR Y PREGUNTÓ—: ¿ESTÁ EL UNICORNIO?
PERO COMO NADIE CONTESTÓ, PENSÓ: “CREO QUE ESTOY LEYENDO DEMASIADOS LIBROS”.
LA PACIENTE QUE SEGUÍA ERA UNA VACA QUE, ENTRE LLANTOS, DIJO:
—MUUU, MUUU, UN CHICO ESCRIBIÓ VACA CON B LARGA.
—¡NO SE PREOCUPE! ¡LOS CHICOS APRENDEN RÁPIDO!
CASI AL FINAL DEL DÍA, APARECIERON DOS SERES MUY EXTRAÑOS. EL DOCTOR LEYÓ EN SU LISTA DE PACIENTES:
—¡WALABÍ Y WAPITÍ!
—SOMOS NOSOTROS.
—NO SABÍA QUE SUS NOMBRES SE ESCRIBEN CON W —COMENTÓ.
—O CON U. —LE RESPONDIERON EL MARSUPIAL Y EL SIERVO.
—A MÍ ME DA LO MISMO. VUELVAN CUANDO ELIJAN SU INICIAL.
LA XARDA NADABA SALUDABLE EN LA PECERA DEL CONSULTORIO, ASÍ QUE EL MÉDICO DIO POR TERMINADO SU TRABAJO. Y UN RATITO DESPUÉS, SOLO SE ESCUCHABA EL ZZZZZZZZZ DE SUS RONQUIDOS. EL DOCTOR ZORRO SE HABÍA QUEDADO DORMIDO SOBRE LA CAMILLA.
FIN
© FLORENCIA ESSES
CUENTOS DE LETRAS
Seis cuentos de reconocidas autoras de literatura infantil argentina en los que el tema central son las letras. Letras que se esconden, se pelean, se enamoran, bichos que comen letras, el origen de algunas letras, animales que forman todo el abecedario con sus nombres son algunos de los temas que, con gracia e ingenio, recorren el mundo de las letras. Escrito en imprenta mayúscula y totalmente ilustrado por Josefina Preumayr. Para primerísimos lectores.
Incluye:
El baile de las letras, de Pamela Ancharco
¡Que pase el que sigue!, de Florencia Esses
El disfraz de la letra Z, de Adriana Ballesteros
Bienvenido embrujo, de María Laura Dede
Y el mundo se llenó de moños, de Sol silvestre
La invasión de los letrofagos, de Alejandra Erbiti
Visto y leído en:
Colegio Sagrado Corazón de Jesús Ciclo lectivo 2020
http://www.elsagrado.com.ar/imgs/archivos/2%C2%BAA,%20B%20y%20C.pdf
Colegio Sagrado Corazón de Jesús Ciclo lectivo 2020
http://www.elsagrado.com.ar/imgs/archivos/2%C2%BAA,%20B%20y%20C.pdf
